Mi nombre es David Menéndez Méndez y tengo 41 años.
El día 23 de enero de 2019 sucedió una catástrofe en Agones,
Pravia.
Después de nacer mi hijo me quedé sin trabajo. Una riada
destruyó por completo las instalaciones deportivas donde trabajaba
en Agones.
En ese instante no me vine abajo. Con gran fortaleza decidí
invertir mis esfuerzos en el proyecto de mi vida, dedicándome en cuerpo y alma a darle una nueva vida al molino de Retuerta.
Era justo en ese momento cuando disponía de tiempo y motivación suficiente para poner en marcha el proyecto, ya que era el sueño de mi familia.
Con tan solo 28 años vi a la venta el molino de Retuerta. Un molino con más de 300
años de antigüedad y un glorioso pasado, puesto que había pertenecido en su día a
Gertrudis, hermana política de Jovellanos.
Me enamoré al momento de esta joya.
Durante estos 13 años en mi mente estaban las historias del molino, que me
contaba mi madre Puri, donde ella molía de pequeña.
En aquel momento mis ojos no veían nada negativo, solo veían un sitio precioso, un molino espectacular con muchas posibilidades. Ya soñaba con la oportunidad de trabajar para mí siendo molinero.
A pesar de que estaba ruinoso y sabía que restaurarlo iba a ser un difícil proyecto de vida, decidí apostar por ello y lo compré invirtiendo todo mi dinero. Dediqué mucho trabajo en mis horas libres.
Al principio, mis padres dudaban de que yo pudiera sacar el molino adelante, pero esas dudas desaparecieron cuando vieron mi compromiso y mi tenacidad.
Desde luego que sin el apoyo de mi padre, lamentablemente ya fallecido,
no hubiera sido posible.
Recuperamos las piedras y las maderas con la grandísima ayuda de un amigo, D. Luis Fernández de 86 años, experto molinero e hijo y nieto de molineros y hacedores de molinos. D. Luis Fernández depositó en mí todos sus conocimientos y oficio. Invirtiendo horas y horas con él, consiguió así la complicada tarea de hacerme un profesional de los molinos.
Ahora el molino ya está restaurado. ¡Cómo le hubiera gustado a mi padre Jesús verlo acabado! Estaría orgulloso de esta magnífica producción de harina.
Actualmente, soy molinero y puedo dar por cumplido el sueño de mi familia.
Como sabrán quienes me conocen, detrás de un sueño viene otro y ahora mi sueño es dar a conocer esta harina de gran calidad a todo el mundo.
Para ello pondré todo lo mejor de mí, elaborando la mejor harina que se pueda hacer hoy en día.
Espero que cuando probéis esta especial harina de autor, degustéis todo lo mejor de esta historia convertida hoy en día en mi oficio y mi pasión.
Gracias por confiar en mi proyecto.
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